A comienzos del año 2019, un grupo de amigos de Argentina y España nos reunimos como otras tantas veces pero, en esta ocasión, para conversar seriamente acerca de una idea que teníamos rondando: la necesidad de crear un producto saludable, fácil de comer y que fuera realmente delicioso.

Queríamos ofrecer un alimento que se alejara de los típicos productos procesados (que solo contienen conservantes y añadidos que nadie puede descifrar), y que a la vez se adaptara a cualquier estilo de vida.
Inicialmente nos centramos en la idea de que el alimento que creáramos debía complementar la vida deportiva que practicábamos, pero luego caímos en la cuenta de que también debía ser útil para todas aquellas personas que no contaran con tiempo libre para efectuar esas actividades, que debía ser de fácil acceso y para comer a cualquier hora del día.
Concluimos, entonces, que los momentos más complicados para alimentarnos eran los horarios entre comidas, y que en esos lapsos de tiempo las personas solemos caer en las salidas fáciles y poco saludables, el picoteo de lo que tenemos a mano, sin importar la calidad del producto.
Imaginamos, también, que nuestro nuevo alimento debía poder transportarse de manera fácil, por su tamaño y forma de conservación.
Con toda esta información clara, comenzamos buscando productos no procesados que nos gustaran y luego los mezclamos de diferentes maneras, para obtener una alimentación y combinación de sabores los más variada posible.

Luego de varios meses de pruebas, concluimos que la almendra y el dátil combinaban muy bien. Para sumarle proteína a nuestro alimento, añadimos claras de huevo. Así nació nuestra primera barra proteica: KI-BAR.
Sin alterar estos tres ingredientes base, comenzamos a probar diferentes sabores. Así, y sin el uso de saborizantes ni químicos, y solo con ingredientes reales, creamos nuestra primera barra sabor chocolate, a base de cacao en polvo, para luego innovar con cuatro sabores más: coco, manzana y algarroba, vainilla y café con leche de coco.
Kibar para nosotros representa unión y amor. Es un alimento sano, sin químicos ni conservantes, orientado a todos aquellos y aquellas que desean comer algo rico y fácil, a cualquier hora del día y en cualquier lugar. Es un producto que elaboramos y consumimos. Que nos gusta, nos enamora y que nos da orgullo compartir con ustedes.